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el método ver, juzgar y actuar con la convicción de que es el
mismo Espíritu de Dios quien unge a laicos y pastores para
caminar juntos en el cumplimiento fiel de nuestra misión.
Tercera orientación
34. La tercera orientación nos pide apertura a la
conversión personal y pastoral para vivir nuevas expresiones
que impulsen una Iglesia en salida en misión permanente.
Esta salida misionera se realiza en nuestra arquidiócesis desde
el II Sínodo diocesano y fue impulsada con determinación
en el año 2000. Hoy, el cambio de época exige renovar
nuestra convicción de que todo cristiano es sacramento
del amor de Dios, un amor que siempre sale a encontrarse
con la humanidad, ahí donde más necesita de su consuelo
y misericordia. Todo miembro del Pueblo de Dios está llamado
a evangelizar los ambientes en donde desarrolle su vida, tarea
en la que lo acompaña la Iglesia con todas sus estructuras
pastorales.
35. Para cumplir nuestra misión eclesial, necesitamos
renovar nuestras estructuras parroquiales, decanales y
arquidiocesanas a fin de que sean auténticas promotoras de
una evangelización en salida. La pastoral de ambientes ha de
acompañar a los laicos en medio del mundo; la pastoral en
línea de vida ha de ofrecer un proceso formativo permanente
a través de nuestras estructuras diocesanas. Además, hemos
de promover el protagonismo del decanato para la comunión
y coordinación pastoral; las unidades pastorales como recurso
para un mejor servicio, atención y participación en las
comunidades y con los agentes de pastoral; y las parroquias
personales, para hacer presente el servicio de la Iglesia ahí
donde se encuentran habitualmente los fieles la mayor parte
de su tiempo.