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IV. COMPROMISOS EMANADOS DE NUESTRA ASAMBLEA
ARQUIDIOCESANA
87. La XXIII Asamblea arquidiocesana ha seguido un
proceso sinodal de colaboración y comunión en el que se
privilegió la escucha a través de la Conversación en el Espíritu.
En las asambleas parroquiales se escuchó a los interlocuto-
res prioritarios de la evangelización; en los foros se escuchó
la voz de la Iglesia expresada en el magisterio, en expertos y
en el compartir de los agentes de pastoral; en las asambleas
decanales se escuchó la voz de los consejos, y en la Asamblea
arquidiocesana escuchamos nuevamente a los agentes de
pastoral para construir juntos, a la luz del Espíritu Santo, las
líneas de acción que orientarán nuestra labor pastoral. Así
logramos discernir los gritos de los interlocutores, los núcleos
problemáticos y las propuestas de renovación que se mues-
tran a continuación:
Personas en situación de pobreza
El grito silencioso de tantos pobres debe encontrar al
pueblo de Dios en primera línea, siempre y en todas partes,
para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos ante tan-
ta hipocresía y tantas promesas incumplidas, e invitarlos a
participar en la vida de la comunidad. No se trata de una ex-
hortación opcional, sino que condiciona la autenticidad de la
fe que profesamos.
IV Jornada Mundial de los Pobres 4
88. Las personas en situación de pobreza constituyen
una opción preferencial de la Iglesia de todos los tiempos; el
trabajo en favor de ellos -y con ellos- es el signo de una Iglesia
testigo del Evangelio. Desde el II Sínodo, la Arquidiócesis de
México hizo la opción por las personas en situación de pobreza
y vulnerabilidad como uno de sus interlocutores prioritarios.