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a. ¡Indiferencia o rechazo! Las personas en situación de
pobreza y vulnerabilidad perciben actitudes de indiferencia
o rechazo de parte de los agentes eclesiales.
b. ¡Justicia! Las personas en situación de pobreza y vul-
nerabilidad tienen urgencia de contar con oportunidades de
trabajo justas, debido a que viven injusticias que van desde los
malos tratos a trabajos mal pagados y sin derechos laborales.
c. ¡Ayuda! Las personas en situación de pobreza y vul-
nerabilidad gritan por ayuda para satisfacer sus necesidades
básicas: casa, albergues, vestido, afecto, atención médica,
alimentos.
d. ¡Encontrarse con el Dios del consuelo! Muchas per-
sonas en situación de pobreza y vulnerabilidad no conocen los
servicios que ofrece la Iglesia; además, se observa pérdida de
fe ya que no cuentan con acceso a procesos evangelizadores
y no tienen ningún tipo de acompañamiento espiritual.
Voces de los agentes, Foros arquidiocesanos
93. Una vez que se identificaron los gritos, urgencias y
necesidades de las personas en situación de pobreza y vul-
nerabilidad, los agentes de pastoral hicieron un examen de
conciencia durante los foros para identificar los núcleos proble-
máticos que impiden caminar junto con los más vulnerables.
Los resultados fueron los siguientes:
a. Se percibe una falta de empatía, solidaridad y
escucha hacia las personas en situación de pobreza y
vulnerabilidad por actitudes individualistas y soberbias
de parte de los ministros y laicos, generadas por desinfor-
mación y prejuicios. Estas actitudes nos hacen cómplices
de la injusticia y la indiferencia y así, la Iglesia se convierte
en un ente incapaz de denunciar las estructuras injustas
que reproducen y legitiman las desigualdades.