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133. Además, se observan síntomas de una cultura de lo
provisorio. Los jóvenes se sienten desalentados a formar una
familia, son diversas las razones que conducen a posponer la
boda (cfr. Amoris laetitia 39-40), ya sea por carecer de opor-
tunidades de futuro, o bien por tener demasiadas opciones
distintas a lo que concebimos por una familia tradicional. Por
ello, el Papa nos pide revisar cómo expresamos las conviccio-
nes cristianas y el trato que le damos a las personas.
b. La respuesta de la Iglesia
134. La Iglesia, convencida del gran valor y el don que
representa la familia, se ha preocupado por su atención. Desde
las Conferencias de Medellín hasta Aparecida, ha insistido en
que la pastoral familiar es prioritaria en la Nueva Evangeliza-
ción. Esta pastoral apremia a renovar la presencia de Cristo
en medio de las familias. Para que esta renovación sea una
realidad, el Papa nos invita a salir al encuentro de todas las
estructuras de familias, independientemente de cómo estén
compuestas (cfr. Discurso al Pontificio Consejo para la Familia,
25.10.2013).
135. El Papa también hace un llamado a la urgencia pas-
toral que nos solicita una respuesta llena de caridad y verdad
para los hermanos divorciados y vueltos a casar (cfr. I Congreso
Latinoamericano de Pastoral Familiar del CELAM, COLPAFA,
pp. 74-75). En nuestra Iglesia particular, la urgente atención
pastoral hacia la familia ha sido una constante desde el II
Sínodo.
c. Una formación más adecuada de pastores,
futuros pastores y agentes de pastoral en
lo que se refiere a la pastoral de adultos y familia
136. Junto con una pastoral específicamente orientada
a las familias, el Papa propone una formación más adecuada
de los presbíteros, los diáconos, los religiosos y las religiosas,
los catequistas y otros agentes de pastoral. Los seminaristas

































































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