San Isidro Labrador en CDMX

Parroquias

Parroquia San Isidro Labrador CDMX

Uno de los últimos trabajos que realizó Fray Gabriel Chávez, Premio Nacional de Arquitectura 2020, se encuentra en esta parroquia.

Por: Saray Montiel

Su historia comenzó como un cuartito, obra de los padres operarios diocesanos, que funcionó para llevar el culto a la comunidad entre los años de 1955 y 1961, mientras se construía la Capilla de San Isidro Labrador. Esta última fue bendecida por el Arzobispo Miguel Darío Miranda y se erigió como parroquia hasta los años noventa.

Gran Misión Popular

En conmemoración del Año Jubilar por los 400 años de canonización de San Isidro Labrador, patrono de la parroquia, en 2022 se impulsó la ‘Misión Popular Vicentina’. Durante medio año, se convocó a la comunidad formando un equipo de 30 misioneros guiados por padres vicentinos. Durante este periodo, se visitó cada hogar correspondiente al territorio parroquial para conocer la situación de la comunidad y así establecer áreas de trabajo en la pastoral.

Esta comunidad está bajo la guía del párroco Hugo Valdemar, quien destaca el compromiso de su equipo. Entre sus áreas de trabajo se incluye la pastoral sociocaritativa, que proporciona alrededor de 40 despensas mensuales a familias necesitadas, un bazar en apoyo a la comunidad, visitas a enfermos y asistencia con medicamentos. Además, dan especial atención a la catequesis, en la que actualmente tienen a 70 niños en formación para recibir los sacramentos.

Restaurada por Fray Gabriel

Como parte del Año Jubilar (2022-2023) para celebrar el aniversario de canonización de san Isidro Labrador, la comunidad parroquial emprendió la restauración del templo siguiendo el proyecto del reconocido arquitecto Fray Gabriel Chávez de la Mora.

Este proyecto representa uno de los últimos trabajos del arquitecto en una parroquia de nuestra Arquidiócesis. Cabe destacar que la escultura del santo también fue diseñada por el fraile y realizada por el escultor Jaime Isaías de Anda Sánchez. Finalmente, el 14 de mayo de 2023, el altar fue consagrado por el Cardenal Norberto Rivera, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de México.